lunes, 26 de diciembre de 2011

FRAGMENTOS DE MUJER


                             Nunca me contaba  nada. Ni siquiera cuando necesitaba de sus palabras, se las tenía que  sacar a la fuerza. 
                             Ambos estábamos sentados sobre la pálida arena de la playa, con la mirada fija en el horizonte que se plantaba ante nosotros  como una estampa tridimensional. No hacíamos caso, tal vez  ahítos de ver tanta belleza junta, hacinada, apelotonada. Montones de belleza en forma de árboles, hierbas, piedras. Cielos.    
 Teníamos una vida privilegiada sin saberlo.. De hecho no podíamos
 concebir otro estilo de vida distinto. Mar. Playas. Arena. Montaña...

 Sheila era una joven espigada, con mucha juventud por delante y muy poca infancia atrás. Era todo un enigma. Cuanto más parecía que sabía sobre ella menos la conocía.

   Se escondía tras esa mirada hiriente, penetrante, profunda. Así llegué a la conclusión de que nunca  alcanzaría a conocerla del todo. Cuando descubría el mensaje de sus ojos me llegaba el hermetismo de sus labios. Cuando descifraba el lenguaje de su mímica, me envolvía la banalidad de su rostro. Al final comprendí que para conocerla debía hacerlo a fragmentos, a porciones, y tal vez así llegara a comprender la universalidad de su ser.


1 comentario:

  1. Cuentanos mas cosas sobre Sheila, está empezando a ser un enigma del que apetece conocer más..

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