miércoles, 2 de enero de 2013

- Te quiero, my Love- te digo susurrando.
- Me duele oírte decir  eso- me dices.- Ese nombre es el que tú me pusiste, nadie lo conoce, no sé de dónde salió pero me vuelve loca-. Te beso otra vez más, esta vez con pasión. Tú no haces nada. Yo soy el que maneja los hilos de tus sentimientos. Sigue haciendo frío. Vuelvo a besarte y en tu mejilla comienza a resbalar una lágrima cobriza. Esto no tenía que acabar así, pienso. Así no. Los dos lo sabemos aunque somos incapaces de detenerlo. Nunca me gustó volverme tan débil y menos aún  mostrarme así ante ti.   Nos entregamos a la pasión sin tapujos y sin poner barreras. Tal cual.