Su primer
largometraje.
Con su
sencilla narrativa e impecable
técnica Chaplin crea una auténtica obra de
arte.
técnica Chaplin crea una auténtica obra de
arte.
Sin muchos movimientos de cámara, dejando que
comedia y drama se entremezclen con suma
elegancia y naturalidad.
Aún se me hace un nudo en la garganta al ver
el secuestro del niño y me hace reír en la
secuencia de la ventana.
Una de esas pelis que veo cada cierto tiempo
y suelo recomendar incluso por encima de
“Luces de la ciudad”.
Por cierto, increíble la madurez
interpretativa que destila el niño Jackie
Coogan y su complicidad con Chaplin.
Cine en estado puro.